Adobar los alimentos es una técnica originaria de la cocina española. Antiguamente, el adobo solía utilizarse para alargar la vida útil de los alimentos y conservarlos mejor. Esta mezcla de especias, -las más habituales eran pimentón, orégano, sal, ajos y vinagre- disimulaba el olor, aspecto y sabor de la carne. Hoy en día esto ha cambiado y el adobo permite disfrutar de un potente sabor.

La carne de pollo no iba a ser menos y hoy, te proponemos una receta casera de adobo para pollo con el que potenciar su sabor. A nosotros nos encanta el pollo adobado porque, al poder variar la mezcla de especias, puedes disfrutar de un sinfín de sabores con un único ingrediente.

Ingredientes:

  • 1 kg de alitas de pollo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimentón dulce
  • Pimentón picante
  • Orégano
  • Perejil
  • Romero
  • Tomillo
  • Sal

 

Elaboración

Nosotros hemos elegido alitas de pollo, pero puedes hacerlo con cualquier parte del pollo, e incluso, con el pollo entero. Además, puedes variar las hierbas o especias por las que más te gusten.

Te recomendamos que utilices hierbas frescas, pero si no puede ser, el resultado es muy similar haciéndolo con especias. Si optas por la primera opción, lo primero que debes hacer es separar las hojas de los tallos y picarlas.

Pon las alitas de pollo en un bol y echa las especias, junto con el pimentón. Una cucharadita de cada uno de ellos es suficiente, pero si no te gusta el picante, hazlo sólo con dulce y viceversa.

Echa la sal y mezcla todos los ingredientes hasta que estén bien integrados. Por último, añade el AOVE y vuelve a mezclar bien. Consérvalo en la nevera, al menos, durante una hora. Lo ideal es prepararlo la noche antes, así el adobo penetrará en los tejidos, intensificando el sabor de los alimentos.

Como te hemos comentado, no hay un adobo para pollo único en el mundo. Cada uno lo adapta a sus gustos. ¡Haz tú lo mismo y disfrútalo!