El pollo es alto en un aminoácido llamado triptófano, el cual favorece la sensación de saciedad, haciendo que después de comer pollo no se siente hambre y se reduzca la ingesta de alimentos de alta densidad calórica.

Este aminoácido también favorece la formación de serotonina la cual mejorará su estado de ánimo, eliminará el estrés y favorecerá un buen dormir.

Por estos dos motivos, el pollo es una parte fundamental en cualquier dieta tradicional, junto al arroz, otro de los alimentos básicos.

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