Aprender a trocear un pollo entero es algo que te facilitará las cosas en la cocina cuando vayas a preparar este tipo de carne. Conocer la técnica, que es más sencilla de lo que puedas imaginar, te permitirá cortar y despiezar el pollo por ti mismo con un resultado profesional.

Es cierto que, hoy en día, es muy habitual encontrar el pollo ya troceado en el supermercado. Sin embargo, en ocasiones, puede resultar más económico comprar el pollo entero y trocearlo tú mismo. Además, podrás aprovechar aquellas partes que no vayas a utilizar para hacer un caldo, por ejemplo.

Te vamos a enseñar a trocear un pollo y sacar las distintas partes, como los muslos, los contramuslos, las pechugas y las alas. Saber cómo hacerlo es básico para aprovechar al máximo todas las partes del pollo y no desperdiciar nada. ¡Ni las carcasas!

  1. Colocar el pollo en una tabla de cortar con la pechuga hacia arriba. Para extraer las alas, abre la articulación, sepárala y corta. Puedes trocearla en dos partes o dejarla entera.
  2. Repite el mismo proceso para separar los muslos. Estos, también puedes partirlos en dos (muslo y contramuslo) o conservarlos enteros.
  3. Para sacar las pechugas, retira la piel y la grasa. Haz una incisión longitudinal, siguiendo el hueso del esternón. Con la ayuda del cuchillo, separa el esternón de una de las pechugas de pollo.
  4. Extrae la otra pechuga del mismo modo.
  5. Reserva la carcasa y prepara un sabroso caldo de pollo.

Otra opción es despiezar el pollo en cuartos delanteros y traseros. Los cuartos delanteros están formados por las pechugas y las alas; y los traseros, por el muslo y el contramuslo.

Ahora que ya sabes la teoría ¡Ponte manos a la obra!